
Mtro. Carlos Córdova Sánchez
Breve semblanza
Expresar sus observaciones era su ideal. Comenzó anotando, por ejemplo ¨la música nacional tendía a desaparecer... (?)¨.
Con su abuelo (niño aun) visitaban fondas y picanterías. Habían músicos y tocadiscos que sonaban a toda hora. Los parroquianos lanzaban sus coplas al viento.
Anotando, corrigiendo, aprendió a diseñar las palabras y lenguaje, para conversar agradablemente sobre el tema.
Descubrió que en las canciones antiguas iban los ritmos, las palabras jocosas y románticas con buena poesía (así le gustaría escribir).
Nunca quiso borrar de su memoria el campo donde nació, por eso su primera composición lo hizo a imagen de quien le regaló una Foto de Parque, para cuando se fuera para la ciudad.
El Casorio es el retrato de la cultura, costumbres, la chacra, las papas, el maíz, el ají, su madre cantora, los consejos del abuelo en ese entorno mágico de amplio cielo y tierra verde natura, casita blanca en la loma con sol mañanero y gallo cantor
No, no quiso imitar como hablan los poetas de la ciudad, era mejor decirlo claro y sencillo, su alma no pertenecía a ese ambiente . Así van asomando las letras de sus canciones con sabor a identidad que respalda el retorno de la canción nacional.
Córdova Sánchez es ecuatoriano, nacido en el centro del país, provincia de Tungurahua, capital Ambato. Hizo prácticas de cantor en radioaficionados, así como salidas locales y nacionales.
Al irse adentrando en la farándula conoció la fantasía del aplauso, el hambre y mal pago a los artistas. Los premian con diplomas y trofeos plásticos. Las medallas ni son de oro ni de plata, son pura hojalata. En vez de darles valor les dan licor, así supo como se inicia “la vuelta del músico”.
En Bogotá cogió oficio de joyero y pudo viajar, estudiar y pagar sus excentricidades.
Primera conquista
Un día alcanzó un espacio de radio donde habló musicalmente de ritmos, autores, compositores, épocas, etc. Conoció a personajes vivos, que le facilitaron historias, material único, lo que fue tornándole en biógrafo y escritor, musicólogo - investigador.
De una mirada a Ecuador profundo, se da cuenta de la situación del indio y escribe el poema social Extranjero Moreno.
También le conmueve la migración de su pueblo pueblo a países de lenguas distintas y culturas diferentes y crea el fox Hijos del Sol.
En un momento de dolorosa despedida crea el pasillo Amor Mio.
En Nueva York concibe el bolero La Tierra de donde vengo, con amor andino a la patria lejana.
Discos
Su voz lo lleva a grabar su poesía y la de otros autores universales
Sus canciones han logrado cimentar a algunos intérpretes nacionales e internacionales.
Domina alrededor de 30 géneros rítmicos debido a su constancia y vivencias en otros países con sus artistas y compositores.
EN SUS INICIOS EL HOMBRE...
El hombre en tanto fue encontrando el barro moldeable, halló en el camino la música a la que fue tallando sus aristas hasta convertirla en audible y presentable con las que hizo agradables las horas díficiles de la vida.
Fue un grito no sé.
Fue un silvido que se le escapó accidentalmente, no sé.
Fue un tropezón con un tronco hueco...? pero pasada la sorpresa eh ahí, que nacieron los instrumentos.
LIBROS PUBLICADOS
PRIMEROS POEMAS
Graficas Corona - 1979 - Quito
POEMAS
Imprenta Fundenchi - 1983 - Ancud - Chile
POEMARIO
Escuela de la guitarra - 1987 - Quito
POESÍA ESTUDIANTIL
UTA - 1988 - Ambato

EL MUNDO DE LA MÚSICA
Imprenta Gomez - 2006 - Ambato

100 AÑOS LUIS ANIBAL GRANJA
Editorial Pio XII - 2009 - Ambato

CUENTOS DE LA PROVINCIA
Ministerio de Cultura - 2010 - Quito

AMBATO HOMBRES Y MÚSICA
Editorial Pio Xii - 2011 - Ambato

BIOGRAFÍAS
AUTORES Y COMPOSITORES ECUATORIANOS
2016
De los artistas populares
Hay quienes cargan un cajón con aguacates y otros un cajón para alentar.
Hay quienes cargan el arpa al vecino huaynandero.
El charanguito se lleva en el costalillo y la quena en el bolsillo interior del saco.
hay quienes no llevan nada, pero en el camino arrancan las hojas del naranjo o del capulí.
El hombre del buen guarguero es bueno para cantar y no se diga para los buchecitos, para aclarar la voz disqué.
Juntos, ya cuando sacan los instrumentos, alegran cualquier bailorio, y hasta un velorio.
Carlos Cordova Sanchez
